jueves, 3 de febrero de 2011

TELEFONÍA MÓVIL Y SALUD

En la TM un aparato portátil se comunica con la antena fija (base) más próxima, la cual sirve a los usuarios situados dentro de su alcance, y constituye una "célula"; de allí el nombre de telefonía celular. Cuando el usuario se desplaza, su llamada es transmitida sin interrupción entre una antena y las siguientes. El radio del área atendida por cada antena es mayor en zonas rurales que en zonas densamente pobladas.

La información es portada por microondas, cuya frecuencia varía según el sistema de TM. Era de 450 ó 900 megahertz (MHz) para los sistemas analógicos, hoy en desuso, y es próxima a 900 y 1800 MHz para los sistemas GSM (Global System for Mobile Communication) actualmente empleados. La tercera generación de TM, en proceso de implementación, se denomina UMTS (Universal Mobile Telecommunication System) y trabaja a 2000 MHz. El funcionamiento de los sistemas actuales requiere además pulsaciones de muy baja frecuencia (2 Hz, 8,3 Hz y 217 Hz).

Las microondas son radiaciones electromagnéticas, al igual que las ondas de radio, las ondas infrarrojas, la luz visible, las radiaciones ultravioletas y las radiaciones ionizantes (X y gamma). La energía de una radiación electromagnética es proporcional a su frecuencia. La energía de las microondas es relativamente baja, e intermedia entre la energía de las ondas de radio y las infrarrojas.

La energía de las microondas es insuficiente para ionizar moléculas -como los rayos X- o catalizar reacciones fotoquímicas, como los rayos ultravioletas. Las microondas poseen un efecto térmico. Una dosis de 4 W/kg durante 6 minutos aumenta la temperatura corporal en 1 ºC, cantidad significativa para efectos agudos. Para evitar efectos térmicos, la Comisión Internacional de Protección contra Radiación No Ionizante (ICNIRP) recomienda límites de absorción para el público general 50 veces menores, de 0,08 W/kg para el cuerpo entero y de 2 W/kg para la cabeza.

Una antena de GSM emite una energía de 10 a 50 vatios (W). Dada la direccionalidad de las antenas, la emisión cerca de su base es muy baja. La densidad de potencia es el valor en W que atraviesa la unidad de sección perpendicular a la dirección de propagación de las ondas. A 200 metros de una antena, la densidad de potencia a nivel del piso es menor de 1 microW/cm2.

En los aparatos modernos, la potencia se ajusta automáticamente al mínimo necesario para comunicarse adecuadamente con la antena más próxima (adaptive power control). Un teléfono celular emite una potencia máxima de 2 W, que corresponde a un valor medio de 0,25 W. La emisión en la inmediata proximidad de la cabeza y el cuerpo del usuario aumenta la energía absorbida. Obviamente, la energía efectivamente absorbida por el organismo es más importante que la energía emitida por los aparatos.

La dosis absorbida de microondas se cuantifica por la tasa específica de absorción (SAR, Specific Absorption Rate) cuya unidad es el W por kilogramo de masa. La dosimetría de microondas está mucho menos desarrollada que la dosimetría de la radiación ionizante. Por ello, muchas estimaciones son indirectas e imprecisas.

La dosis absorbida por la cabeza es 10 veces mayor del lado próximo al aparato que en el lado opuesto. El valor máximo de aumento de temperatura registrado en el cerebro de un usuario de TM es de 0,1 ºC. Es poco probable que tal incremento tenga consecuencias importantes. Se exploraron posibles efectos oculares, especialmente sobre la córnea y el cristalino. La energía absorbida es muy inferior a la que causa lesión térmica del ojo.

Esquivos Efectos Biológicos

La existencia de efectos biológicos de las microondas no implica que éstos sean perjudiciales para la salud. Se han postulado efectos no térmicos, aunque discriminar entre éstos y los efectos térmicos puede ser difícil. Además, el efecto de las microondas puede modificarse por las ondas de baja frecuencia superpuestas. Por ejemplo, una microonda modulada con una onda de baja frecuencia -pero no la microonda sola- aumenta la liberación de calcio del tejido nervioso.

Diversos experimentos sugirieron que las microondas podrían afectar la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, el electroencefalograma y el sueño, la fertilidad, la conducta y la presión arterial, pero los hallazgos no han recibido confirmación independiente. Otro tanto ocurre con síntomas como cefalea, mareos o intranquilidad. La TM puede afectar el funcionamiento de marcapasos e interferir con otros equipos de uso médico. Sin embargo, la mayor preocupación del público es que la TM aumente el riesgo de tumores.

De células, roedores, microondas y cáncer

La historia natural del cáncer abarca etapas sucesivas previas a la manifestación clínica, esquemáticamente clasificadas en iniciación, promoción y progresión. Una alteración genética inicial (mutación) en una célula se hace permanente y se transmite a su descendencia. Una sola mutación no produce cáncer en humanos; deben alterarse de cuatro a seis genes en la misma línea celular, lo cual demora muchos años. Con el tiempo, las células tumorales se multiplican descontroladamente, se tornan invasoras y pueden originar metástasis. El proceso puede ser facilitado por agentes que no causan mutaciones, pero modifican la expresión génica sin alterar el genoma (cambios epigenéticos), o favorecen la división celular y la sobrevida de las células transformadas, por ejemplo estimulando la formación de nuevos vasos sanguíneos o inhibiendo los mecanismos de defensa del huésped. Por tanto, que un agente no cause mutaciones por interacción directa con el ADN no implica ausencia de efecto sobre el desarrollo tumoral.

Muchos estudios han evaluado efectos genéticos (genotóxicos) de las microondas, tanto en células in vitro como en animales de laboratorio. Si bien se han descrito algunos efectos celulares, los resultados han sido mayormente negativos. Además, no es clara la relación entre los efectos observados y la carcinogénesis. Un estudio incluso sugirió una disminución de la incidencia de tumores cerebrales en ratas expuestas a microondas moduladas. En resumen, no existe evidencia experimental firme que establezca o descarte un efecto genotóxico o carcinogénico de las microondas.


Viviana Karin Rojas Cardenas

CI: 19632974

Circuitos de Altas Frecuencias

http://www.pensar.org/2006-02-contracorriente.html

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